Respetar y proteger a nuestros mayores
Joven o mayor, la seguridad de los miembros de su familia es probablemente una de sus mayores preocupaciones, especialmente para aquellos que están más indefensos. Al igual que los niños, los ancianos también son vulnerables al maltrato y el abuso debido a su fragilidad, especialmente aquellos que requieren centros de enfermería o cuidados paliativos.
Desafortunadamente, el abuso de ancianos a menudo pasa desapercibido porque las dolencias mentales o físicas pueden impedir que un paciente le cuente a un ser querido lo que realmente está sucediendo. Aun así, cada año se reportan más de medio millón de informes de abuso de personas mayores. Por lo tanto, para garantizar la seguridad de sus seres queridos, esté atento a las señales de advertencia.
Los síntomas de abuso físico pueden incluir moretones inexplicables, verdugones, cicatrices, huesos rotos, no tomar medicamentos con regularidad, anteojos rotos o la negativa del cuidador a permitirle ver a su anciano solo.
Los signos de abuso emocional también pueden incluir un comportamiento que imita la demencia, como mecerse, chupar, murmurar y una sensación general de miedo.
Si su ser querido muestra signos de pérdida de peso inusual, deshidratación, úlceras de decúbito o está sucio y sin bañarse, podría ser víctima de la negligencia del cuidador.
Dado que la seguridad de su familia es una gran preocupación, asegúrese de que todos los miembros mayores de la familia sean atendidos adecuadamente; después de todo, es su turno.